El inicio del trabajo en una de las clínicas en Barranquilla con pacientes indígenas de diferentes etnias, fue algo realmente especial.
Las puertas se abrieron cuando conocimos a una familia indígena Arhuaca de la sierra nevada, uno de sus miembros enfermo y tristemente falleció. Al acompañarle en lo clínica nos dimos cuentas de las diversas necesidades que padecen los pacientes indígenas que llegan a ella ya que hablan o poco a nada de español y no tiene los recursos económicos para comprar implementos de aseo, pañales, leche según el caso.
Dios nos ha guiado a poder ayudarles primeramente dándoles un el mensaje de esperanza más hermoso que podemos escuchar y es el de nuestro Salvador Jesús y demostrarles ese amor por medio de kit de aseo y otras donaciones.